Los limites del paisaje protegido de la cuenca
del Esva coinciden con los propios del río
en todo su recorrido, salvo su desembocadura,
en la ensenada de Canero, en Cueva, que pertenece
al Paisaje Protegido de la Costa Occidental.
El río Esva es no de los ríos
salmoneros y trucheros más significativos
de Asturias.
Disfruta de un buen grado de conservación
y cuenta a lo largo de toda su extensión
con paisajes de gran belleza.
La cuenca del Esva se encuentra en una zona
de relieve muy abrupto, con fuertes pendientes
y cauces encajados. Los depósitos fluviales
y áreas de vega no son muy frecuentes,
tan solo tienen un desarrollo importante en
determinadas zonas, sobre todo en las proximidades
de su desembocadura. Es un espacio de brañas
vaqueiras, donde aun hoy se conservan viejas
tradiciones y el peculiar folklore de los "vaquiros
de alzada".
Entre las especies más representativas
destacan el jabalí y el corzo y, sobre
todo, la nutria que encuentra numerosos refugios
en las riberas de los ríos, que se mantienen
en un buen estado de conservación y poseen
numerosos recursos alimenticios. El martín
pescador y la garza también chapotean
por sus aguas.
Los bosques de esta cuenca hidrográfica
son potencialmente carbayedas, aunque el paisaje
esta dominado por eucaliptos y pinares, así
como brezales y tojales. Además quedan
buenos ejemplos de castañeras, abundantes
en la zona de las Hoces, enclave considerado
Monumento Natural.
|