La Sierra del Sueve es un macizo calcáreo,
que surge junto al mar, lo cual le confiere
una gran singularidad, dando lugar a grandes
contrastes. En el sector más oriental,
aparecen las pizarras, calizas y areniscas creando
suaves valles formados por el paso de los ríos
y que contrastan con la abruptuosidad de la
parte mas oriental, en la que dominan las cuarcitas.
En la zona central, la caliza de montaña
se transforma en las espectaculares dolinas
o formas kársticas, que constituyen el
rasgo morfológico de mayor interés
de la Cordillera del Sueve.
Entre la fauna del Sueve se puede citar la
presencia de zorros y jabalíes. Existe
también una población introducida
de gamos, que se ha adaptado perfectamente a
este ambiente y comparte el espacio y el alimento
con el mas emblemático de los animales
asturianos; el asturcón, una raza de
caballo semisalvaje de la que tan solo quedan
unos pocos ejemplares puros. Entre las aves,
encontramos el alimoche y algunos ejemplares
aislados de buitres provenientes de la zona
de Cuera.
Sin duda, lo mas destacable de su vegetación
son las formaciones arboladas del interior de
la sierra en el extremo norte. Se trata de bosquetes
en los que dominan los acebos y las espineras,
que aportan la estructura básica, pero
que contienen también otras especies
como hayas, fresnos, abedules, avellanos, olmos,
arces y tejos, de cuya unión resultan
unas formaciones muy diversas que resaltan la
calidad del paisaje.
|