Ramiro Valdés
La Parra. Casa Gelu
San José, 31. Gijón
TEL: 985 147 733
Ángel Menéndez, rebautizado en Gijón como Gelu desde
su etapa de colegial, es un candasín de ascendencia marinera por
los cuatro costados; así que si hay algo que conoce bien es la
mar, la pesca y todo su entorno. Ya ha cumplido un lustro al frente de
esta sidrería que adquirió con el nombre de La Parra que
aún mantiene, pero cobrando cada vez más dimensión
el segundo apelativo más personal de Casa Gelu.
Es un local amplio -que aún en el buen tiempo se agranda con el
añadido de una disputada terraza exterior- dominado por una extensa
barra arqueada a la que se arriman los bebedores de sidra se disponen
en dos niveles y suficiente espaciadas para no crear sensación
de agobio un buen número de mesas. Hacia el centro se le adosa
un arcón que exhibe semienterradas en hielo hermosas piezas de
pescados diversos cuya procedencia inequívocamente cantábrica
Gelu controla muy de cerca. En la cocina su esposa Belén Cuervo
se ocupa de sacarle partido a tan preciado material y de que llegue a
la mesa en las mejores condiciones para su disfrute. Por lo que a mí
respecta doy fe, además de su frescura, de la impecable preparación
de un rey al horno, cuya carne delicada con un justo punto de cocción
se matizaba con una salsa de leve recuerdo de sidra y el suave acompañamiento
de unas tiras de cebolla confitada. El espárrago relleno de salmón
ahumado y cubierto de carne de centollo con salsa rosa o los riquísimos
pimientos del piquillo rellenos de calamares en su tinta no dejan la menor
duda de que además de proveerse de excelente material, se cocina
con mimo y delicadeza.
En un lateral, separando la zona reservada para comedor más formal
y privado, se alza magnífica una cetárea en la que conviven
centollos, andaricas, bogavantes y quisquillas. A su lado otra más
baja conserva vivos y depurados diversos moluscos bivalvos: tentadoras
almejas de impresionante tamaño, navajas, ostras y zamburiñas.
Para picotear hay una carta de raciones en las que además de los
ya citados espárragos rellenos que se sirven por unidades se pueden
tomar unos fritos de pixin o de merluza, o los siempre apetecibles bocartes,
fritos o a la plancha; la ensaladilla de marisco, unos chipirones afogaos,
mejillones a la marinera o en vinagreta o las almejas a la marinera o
a la plancha, y en plan más carnívoro las chacinas y embutidos
ibéricos, el lacón con cachelos, los callos o algo de queso,
todo regado con buena sidra escanciada con diligencia.
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