El enemigo número uno de la correcta conservación de la
sidra son las corrientes de aire, ya que moverían el líquido
en los toneles, rompiendo así la capa viscosa que se crea en la
"zapa" y con ello penetraría el oxígeno dando
lugar a posibles alteraciones, picado, avinagrado, enturbiado y otras.
La temperatura ha de ser constante siempre que se pueda, en torno a los
9-10 grados aproximadamente. A temperaturas muy bajas la sidra queda "dormida
y muerta" y no se produce el correcto proceso de su fermentación.
Por el contrario, el calor 16-18 grados adelanta dicha fermentación
de forma brusca, hay que tener en cuenta que el proceso desde que empieza
la 1ª fermentación hasta que se "espicha" la última
vez pueden pasar 5 meses y medio-6 meses aproximadamente.
Las espichas pueden ser varias a lo largo de este tiempo, para comprobar
en todo momento el estado de la sidra y hasta llegar a la conclusión
de "ta pa cor-char", procurando hacerlo varias personas, porque
cada una puede dar su propia opinión sobre el estado de la sidra
que está bebiendo, luego se decidirá el tiempo y día
para hacerlo, para que coincida en fase lunar menguante.
El embotellado se ha de hacer en botella de vidrio, bien limpias. Si
es necesario se utiliza una escobilla yagua corriente para quitar los
restos de impurezas que pudiera haber.
El tapón de la botella ha de ser necesariamente de corcho, desechar
los aglomerados o simplemente utilizar éstos cuando se requieran
para sidra de baja calidad. Las botellas una vez corchadas obligatoriamente
han de colocarse de forma horizontal, bien en cajas o sobre el suelo unas
encimas de otras. El lugar donde se dejen las botellas ha de estar ventilado,
fresco y con poca luz. El corcho ha de ser lo menos poroso posible para
evitar posibles entradas de aire. Algunos llagareros suelen hervir agua
para luego remojar los corchos, haciéndolos así más
blandos y maleables, esto no es adecuado, lo correcto sería hacerlo
con agua más bien fría o a lo sumo algo templada.
El agua hervida, con el tiempo deja el corcho más deteriorado,
humedecido y negro. Una de las tradiciones que existe al beber sidra es
el hecho de dejar en el vaso una pequeña cantidad para luego tirarla
al suelo, esto no es más que un signo de agradecimiento hacia la
naturaleza;
Era una antigua tradición del pueblo celta, por la cual se devolvía
a la tierra lo que ésta nos había dado previamente en forma
de frutos.
Se suele decir también que es para limpiar de alguna manera la
boca del vaso por el cual bebemos todos en grupo y esto es un poco contradictorio
con la higiene.
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