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LOS FRUTOS DEL PARAISO

Agosto 2002

El reglamento de la Denominación de Origen recoge 22 variedades de manzana para la elaboración de sidra.

Son algo así como las manzanas del paraíso lagarero. Son las variedades seleccionadas por el Servicio Regional de Experimentación y Desarrollo Agrario (Serida) para que sirvan de materia prima a la sidra que se elabore bajo la denominación de origen, marca de calidad y protección que en estos momentos tramita el sector ante el Ministerio de Agricultura.

Con todo, el reglamento de la denominación, para favorecer la adaptación de cosecheros y elaboradores a la marca, prevé un plazo de siete años para que puedan utilizarse cualquier manzana asturiana de sidra, pero siempre y cuando las seleccionadas sean mayoritarias en el proceso de producción. Así, en un principio, habrá dos registros de cosecheros: uno para los que únicamente se dediquen a las especialidades principales, y el otro, que acabará desapareciendo en cuanto se acabe el plazo, para los que produzcan también del resto.

Éstas son las características principales de las manzanas seleccionadas para la denominación.

Raxao: Es una variedad ácida. Fruto de tamaño mediano y de forma redonda bastante aplanada. Su epidermis es rayada, de color rojo, y presenta la zona más expuesta al sol una tonalidad naranja - marrón sobre fondo verde. Se trata de un fruto productivo y poco sensible a enfermedades, aunque tradicionalmente se ha mostrado bastante vecero. El árbol florece en la segunda quincena de mayo y se recolecta en la primera de noviembre.

Xuanina: También es ácida se trata de un fruto de pequeño tamaño de forma oblonga y con una coloración roja con estrías rosadas. El fondo es amarillo o ligeramente verdoso. Es poco sensible a todas las enfermedades, aunque presenta algunos problemas con el oidio. Florece en mayo y se recolecta a finales de octubre o principios de noviembre.

Teórica: Variedad ácida, de pequeño tamaño y forma troncónica. Presenta un color rojo violáceo que puede cubrir de la mitad a la totalidad de la superficie, sobre un fondo verdoso. Entra con rapidez en producción, aunque de forma tradicional se ha caracterizado por su sensibilidad a la vecería. La floración tiene lugar a finales de abril y la recolección se debe realizar durante los primeros días de noviembre. Los expertos la recomiendan especialmente para las plantaciones densas.

Blanquina: Es otra de las especialidades ácidas incluidas en la nómina de manzanas contempladas en el reglamento de la denominación de la sidra. Se trata de un fruto de pequeño o mediano tamaño que presenta una forma troncónica algo aplanada y con una textura cerosa. Su color es amarillo blanquecino. Entre las ventajas de este fruto se cuenta su gran resistencia a las enfermedades y su elevada producción. Hay que tener en cuenta que en los primeros años puede presentar escamas en la corteza, que posteriormente desaparecen de forma natural, por lo que no hay que confundir este fenómeno con la enfermedad el chancro. Florece en mayo y madura desde finales de octubre a mediados de noviembre.

Verdialona: Es una manzana dulce de pequeño o mediano tamaño que presenta un color que va del amarillo verdoso al amarillo blanquecino, con unas tonalidades marrones en las zonas más expuestas al sol. Resulta especialmente interesante porque es resistente a la vecería y a las enfermedades, aunque hay que tener cuidado con el oidio. Madura a partir de mediados de noviembre, tras haber entrado en floración en mayo.

Regona: Es la única variedad ácido-amarga incluida en la selección realizada para la puesta en marcha de la denominación de origen para la sidra asturiana. Tiene un tamaño medio que puede llegar a ser considerado como pequeño cuando se produce una sobrecarga en la producción. Tiene forma aplanada y un color verde o amarillo-verdoso con tonos marrones en las zonas a las que más les da el sol. La "regona" es un tipo de manzana que a lo largo del tiempo se ha revelado bastante resistente a la vecería y cuenta con la ventaja de que entra rápido en producción y que ésta es ciertamente abundante. Tras florecer en mayo, está lista para la recolección en los últimos días de noviembre.

Clara: Es la única manzana amarga que se permitirá para la elaboración de sidra acogida a la denominación, una vez que concluya el periodo de adaptación. Estamos ante un ejemplar de pequeño o mediano tamaño y con color amarillo. Presenta una resistencia apreciable a la alternancia bienal de cosechas, siempre que se tenga en cuenta una serie de cuidados básicos.

Meana: Representante de la variedad amarga-semiácida en el reglamento. Es mediana de tamaño y tiene un color rosado con estrías rojo - violáceo que cubren más de la mitad de la pieza.

Coloradona: Única especialidad dulce - amarga. Es un fruto bastante grande, de forma troncónica aplanada y de color rosa algo púrpura sobre un fondo amarillo - verdoso.

Collaos: Manzana semiácida, poco vecera y de producción elevada. Presenta una floración tardía y está lista para recoger en los últimos días de noviembre. Tiene una forma cónica y color verde o amarillo verdoso.

Prieta: Manzana semiácida algo sensible a la enfermedad del chancro. Su tamaño es medio y tiene forma globulosa. Color verde o amarillo verdoso y manchas en marrón anaranjado.

Panquerina: Representa en solitario a las manzanas semiácidas - amargas permitidas para la futura denominación de origen sidrera. Tiene forma redonda algo aplanada y una tenue coloración marrón anaranjada. Se trata de un ejemplar productivo y poco vecero. Florece en mayo y está recomendada para plantaciones densas.

Otras: Dentro de las ácidas se cuentan la durona de Tresali, limón montes, sanroqueña y fuentes. La ernestina es dulce, mientras que la solarina, de la riega, carrió, perico y perezosa son de las semiácidas.