La influencia de la dominación romana, especialmente
atraída por la riqueza aurífera del
occidente astur, ha quedado registrada en la calzada
de esa época, que se adentra en Asturias por
El Cordal de la Mesa. El Camín Real constituyo,
sin duda, la otra vía de penetración,
en los valles de Asturias, desde la Meseta.
El trayecto, decididamente estratégico, seguía
la línea de cumbres que separa los concejos
de Teverga y Somiedo, a 2.000 metros de altitud, para
llegar hasta la desembocadura del río Nalón,
en Pravia.
Además de visitar esta inigualable vía
romana, el concejo nos sorprende con una serie de
monumentos artísticos emblemáticos como
la Torre de Saliencia (siglo XVI), el Palacio de Flórez
Estrada, en Pola de Somiedo, el Palacio de los Peláez,
en Caunedo, el Palacio de Torata, el Monasterio de
Gúa, la Iglesia Parroquial de San Pedro, en
Pola de Somiedo, la Iglesia de San Salvador de Endriga,
la Iglesia de La Riera o la Iglesia de Santiago de
Aguino.
Las construcciones populares constituyen sin duda
una de las mayores riquezas del patrimonio en Somiedo,
en especial los teitos, unas viviendas que presentan
por cubierta una techumbre vegetal de piorno o escoba.
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